Ven,
cuélgate de mi sonrisa
como si fuera la luna
Siéntate,
colúmpiate en ella,
empuja con pies alados
la nube que se aproxima,
y que ensombrezca otros cielos,
no el celofán de mi sonrisa
Ven
y órnala
con alientos en guirnalda,
ilumínala
a besos en farolillo rojo
Háblale de amor
inféctala,
inyéctale el virus
de la palabra,
te responderá al vuelo mariposas
Sujétate a mi sonrisa
no la sueltes
obvia el ligero temblor de sus cimientos
y si a pesar de todo
la arrancas de cuajo
guárdala entre las páginas del corazón,
el libro donde el amante conserva
la rosa de amor recién cortada
Romántico.
ResponderEliminarYa tomé nota de todo!!!
ResponderEliminarBicos!
pd: muy bello Loba,
encantador.
Loba es salvaje, territorial, y pobre de aquel que caiga en la ira de sus zarpas. Sin embargo creo que no ha de existir ser más romántico que aquel que consagra su vida a la luna, a la adoración del objeto de amor desde una distancia infinita. Sí, cierto, ahora Loba anda romántica, Joven llamado cuervo
ResponderEliminarCómo no, querida. Tu eres la alumna más aplicada. Y tú sí que eres bella!!! Besitos, así, revoltosos pero en fila...
ResponderEliminarSiempre resulta grato que alguien nos recuerde esos conjuros que sirven para no dejar atrás las sonrisas, para no olvidar esos “otros” colores que hacen sencillo los vuelos de mariposa.
ResponderEliminarBeso.
Lindo poema!! Me gusta este blog. Si me lo permite me quedo. Le invito a un cafe en el mio.
ResponderEliminarSaludos