Ven,
cuélgate de mi sonrisa
como si fuera la luna
Siéntate,
colúmpiate en ella,
empuja con pies alados
la nube que se aproxima,
y que ensombrezca otros cielos,
no el celofán de mi sonrisa
Ven
y órnala
con alientos en guirnalda,
ilumínala
a besos en farolillo rojo
Háblale de amor
inféctala,
inyéctale el virus
de la palabra,
te responderá al vuelo mariposas
Sujétate a mi sonrisa
no la sueltes
obvia el ligero temblor de sus cimientos
y si a pesar de todo
la arrancas de cuajo
guárdala entre las páginas del corazón,
el libro donde el amante conserva
la rosa de amor recién cortada